Soneto II, Garcilaso de la Vega

                Garcilaso de la Vega (1501-1536)

  Poeta renacentista español. Perteneciente a una noble familia castellana, Garcilaso de la Vega participó ya desde muy joven en las intrigas políticas de Castilla. En 1510 ingresó en la corte del rey Carlos I y tomó parte en numerosas batallas militares y políticas. Participó en la expedición a Rodas (1522) junto con Juan Boscán y en 1523 fue nombrado caballero de Santiago
Resultado de imagen para garcilaso dela vega obrasEn 1530 Garcilaso se desplazó con Carlos I a Bolonia, donde el monarca fue coronado emperador. Permaneció allí un año hasta que, debido a una cuestión personal mantenida en secreto, fue desterrado a la isla de Schut, en el Danubio, y después a Nápoles, donde residió a partir de entonces. Habiendo sido herido de muerte en combate durante el asalto a la fortaleza de Muy (Provenza), Garcilaso fue trasladado a Niza, donde murió. 
No publicó ninguna obra en vida; toda su producción poética la recoge Juan Boscán y la publica en 1542 junto con poemas suyos. En 1569 un librero salmantino publica por separado la obra de Garcilaso. En 1574 "El Brocense" publica una edición en la que añade composiciones no incluida en la de 1543 y además se corrige el texto de acuerdo con un manuscrito perdido hoy. Las publicaciones del Inca Garcilaso. Para el año 1605, es en Lisboa donde publica su primer título de renombre: Historia de la Florida y jornada que a ella hizo el gobernador Hernando de Soto, que posteriormente sería republicado simplemente como La Florida del Inca. Esta obra es básicamente una recopilación de relatos que narran las expediciones del conquistador hacia las indias, primero en Nicaragua y Cuba para luego llegar hasta América del Sur.

                                       Soneto II

En fin, a vuestras manos he venido,
do sé que he de morir tan apretado,
que aun aliviar con quejas mi cuidado,
como remedio, me es ya defendido;

mi vida no sé en qué se ha sostenido,
si no es en haber sido yo guardado
para que sólo en mí fuese probado
cuanto corta una espada en un rendido.

Mis lágrimas han sido derramadas
donde la sequedad y la aspereza
dieron mal fruto dellas y mi suerte:

¡basten las que por vos tengo lloradas;
no os venguéis más de mí con mi flaqueza;
allá os vengad, señora, con mi muerte!

En/ fin/, a/ vues/tras/ma/nos/ he /ve/ni/do, = 11  A (Arte Mayor) Endecasílabos 
yo/ sé /que he/ de/ mo/rir/ tan/ a/pre/ta/do, = 11  B (Arte Mayor)Endecasílabos
que aun/ a/li/viar/ con/ que/jas/ mi /cui/da/do, = 11  B (Arte Mayor)Endecasílabos
co/mo/ re/me/dio,/ me es/ ya/ de/fen/di/do; =11   A (Arte Mayor)Endecasílabo 
(cuarteto) Rima Consonante 

mi/ vi/da/ no/ sé en/ qué/ se ha/ sos/te/ni/do, = 11  A (Arte Mayor)Endecasílabo
si /no es/ en/ ha/ber/ si/do/ yo/ guar/da/do = 11   B (Arte Mayor)Endecasílabo
pa/ra/ que/ só/lo en/ mí/ fue/se/ pro/ba/do = 11   B (Arte Mayor)Endecasílabo
cuan/to/ cor/ta una es/pa/da en/ un /ren/di/do. = 11   A (Arte Mayor)Endecasílabo 
(cuarteto) Rima Consonante 

Mis/ lá/gri/mas/ han /si/do /de/rra/ma/das = 11   A (Arte Mayor)Endecasílabo
don/de/ la/ se/que/dad/ y/ la as/pe/re/za = 11   B (Arte Mayor)Endecasílabo
die/ron/ mal/ fru/to/ de/llas/ y/ mi/ suer/te: = 11   C (Arte Mayor)Endecasílabo 
(terceto) Rima Asonante 

¡bas/ten/ las/ que/ por /vos/ ten/go/ llo/ra/das; = 11   A (Arte Mayor)Endecasílabo 
no os/ ven/guéis/ más /de/ mí/ con/ mi/ fla/que/za; = 11   B (Arte Mayor)Endecasílabo
a/llá os/ ven/gad, /se/ño/ra/, con/ mi /muer/te! = 11   C (Arte Mayor)Endecasílabo 
(terceto) Rima Asonante

    
   Garcilaso, dirige toda su atención a  en la dinámica amorosa del soneto clásico, bien en su forma castellana derivada del cancionero medieval, en el estilo italiano proveniente de Petrarca, vuelve a tomar la idea del amor como destino: “En fin a vuestras manos he venido”.

   De los componentes de la poesía garcilasista es el amor el más fuerte, obviamente unido a un ejemplo que no era otro que el príncipe de las armas y las letras, un renacentista extendido en Europa del momento. El poeta (también guerrero) vuelve de una dura batalla para terminar descansando en el lugar de su amada. Él está adolorido por las heridas y sabe que, a pesar de su tristeza, pronto morirá.

   De nuevo el poeta vuelve en el destino sangriento de la guerra, se pregunta por la vida sin saber por qué ha llegado a lo ultimo de sus fuerzas y dirige a las lágrimas como metáfora del amor puro y desinteresado, pero también hay algo más importante: Garcilaso de alguna manera quiere decir que el amor y la guerra traen la dicha y la desgracia; su forma humanista nunca podrá defender el terror de la sangre de la guerra, pero luchado en los ejércitos y en la parte de la vida amorosa, no podrá mostrar de los sufrimientos que ha pasado.

   Aunque de otra manera cree que por muchas penas que pasen, es mejor sufrirlas por vivir esos sentimientos que morir por no haberlas soportado.
En el último pide la piedad de su amada ante la desesperación de la vida que se le acaba. Ella es la única persona que puede darle el golpe de gracia en los dos sentidos, tanto en la bondad como en la venganza, y a ella se le da dedicándole sus últimas palabras.

                                            


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